Ya sé que tengo muy abandonados a los lectores de ConAcento, pero es que estoy haciendo un master en la universidad de Utrech y ando algo agobiada, tan lejos de casa. Poner los pies en la redacción volante de este medio digital y ya me estaban encargando que cubriera una presentación de un libro escrito por diez escritoras aragonesas, al mando de Margarita Barbáchano. El índice, que por cierto falta en el libro, está formado por las siguientes autoras: Ana Alcolea, Pilar Aguarón, Patricia Esteban, Teresa Garbí, Elena Laseca, Pilar Laura Mateo, Luisa Miñana, Ángela Labordeta, Ana Rioja y Margarita Barbáchano.
Por los pelos logré comprar un ejemplar de OLEAJE, MUJERES QUE ESCRIBEN SOBRE HOMBRES. A la hora de empezar la presentación ya se habían agotado las existencias, y había empujones para hacerse con el librico rosa saturado y brillante. Muy al estilo vaporweave. Las librerías se van forrar si ponen bien visibles los ejemplares en los escaparates. O si estas señoras tan estupendas aprovechan el tirón de Oleaje y hacen presentaciones a diestro y siniestro.
La presentación oficial fue el jueves 22 de febrero en la sala cuatro del IAACC Pablo Serrano de Zaragoza, un espacio maravilloso lleno de espejos y cristaleras romboidales (diseñadas por el gran arquitecto Pérez Latorre) desde las que se contemplan unos atardeceres espectaculares. Lleno total, muchas personas de pié, incluso con gente fuera sin poder acceder a la sala, y las sillas (elegantemente vestidas de negro) todas ocupadas. Se veía contento al director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Ignacio Escuín, patrocinador del evento, con semejante aforo a rebosar. Además la presentación se la montaron de auténtico lujo, con una orquesta de cuerda formada por los alumnos (todos de riguroso negro) de la Escuela municipal de Música de Zaragoza, que sonaba de maravilla. Nos deleitaron con “La tempestad”, “El mirlo” de David E. Stone, y para cerrar las palabras interpretaron “El Canon” de Pachelbel. Hacía tiempo que no veía tanta sonrisa de bienestar en los rostros del público asistente. Porque mientras la orquesta atacaba con sus instrumentos, se produjo una intervención en directo al salir dos jóvenes pintoras, Ira Torres y Nuria Vela, a plasmar en una pared preparada para la ocasión el dibujo colorista de una Medusa gigante. El Mito de Medusa con su rostro andrógino y las culebras de colores adornando su cabeza fue el colofón final de un acto brillante, diferente, que rompió los rígidos moldes de las presentaciones del libros al uso. Desde luego la puesta en escena merecía un diez. Hasta se me hizo corto y todo, que yo para estas cosas no aguanto mucho, y me largo en cuanto he tomado cuatro notas en mi moneskine.
Los presentadores de Oleaje estuvieron bien y escuetos. Nacho Escuín en su papel de anfitrión, la profesora de Literatura de la Universidad de Zaragoza, María Ángeles Naval y la coordinadora Margarita Barbáchano, que irradiaba felicidad. Los tres ofrecieron pinceladas de los relatos que prometen ser entretenidos, divertidos, atrevidos e inquietantes en su diversidad.
Ellas escriben sobre personajes masculinos que en el fondo retratan a mujeres muy cercanas a ellos. Una fórmula que convierte la antología en un producto atractivo y distinto. No lo he leído todavía pero pinta muy bien. Además han acertado con las fechas ya que las autoras entran de lleno en esta ola gigante de la nueva revolución femenina que se aproxima y explotará el 8 de marzo en todo el mundo. Bienvenidas sean.