Un ciudadano rumano más alegre de lo usual metió mano a una camarera y otra empleada de un espacio para el juego, la sala Tobago, ubicada en la calle Reina Fabiola de Zaragoza. Le salió caro el desmán mas no tanto como parecía. Le pidieron un año de prisión pero al final todo se ha resuelto con una sanción de 5.400 euros de multa, a pagar en 24 meses. ¿No es violencia de género tal comportamiento y muy suave la sentencia? Dos trabajadoras ganándose la vida y un impresentable violentándolas. ¿No tienen derechos a daños y perjuicios?
Meter mano a una camarera sale barato. Se paga a plazos
