Más de quinientas personas acuden a la escuela de buen gobierno del PSOE, que Pedro Sánchez ha puesto en marcha para formar los cuadros llamados a reconducir la actual deriva socialista, al mismo tiempo que para tratar de expresar la unidad interna de la formación y tejer alianzas con la sociedad civil.
Sin embargo, lo que se ha puesto de relieve es el profundo distanciamiento existente entre la actual dirección socialista y los “guardianes de las esencias”. Pretextando excusas que no evitan señalar que lo existente es un boicot en toda regla, ni Felipe González ni Alfredo Pérez Rubalcaba han aceptado participar en la Escuela. Tampoco acudirá el presidente asturiano Javier Fernández, el valenciano Ximo Puig ni, muy probablemente la andaluza Susana Díaz. Únicamente José Luis Rodríguez Zapatero ha aceptado la invitación a participar, con una intervención en la que llamó a la máxima cohesión, “a la máxima unidad” para elaborar un proyecto coherente, sólido y convincente que pueda hacer que el electorado vuelva a confiar en el PSOE como el partido necesario para la gobernabilidad de España.
conacento 