La Banca Armada y la deuda pública española

La Banca Armada y la deuda pública española
Cándido Marquesán
Cándido Marquesán, Profesor de instituto

Para el funcionamiento de una democracia es fundamental la participación de la sociedad civil a través de diferentes organismos. Uno de ellos es el Centre Delàs D`Estudis Per La Pau, que lleva a cabo diferentes actividades vinculadas con una cultura por la paz. Una de ellas es la Banca Armada.

La Banca Armada se refiere a todas aquellas entidades financieras que participan en el negocio armamentístico mediante uno, varios o todos los principales tipos de financiación del sector armamentístico que existen. Se han identificado cinco formas de financiar a la industria de las armas: participación accionarial; financiación de las exportaciones; la emisión de bonos y pagarés; los fondos de inversión, y la concesión de préstamos y créditos a las empresas armamentísticas.

Una de las acciones más llamativas y trascendentes del Centre Delàs, es conseguir participaciones de accionistas y así poder intervenir en las Juntas de Accionistas de los grandes bancos españoles, como el  BBVA o el Banco de Santander.

Reproduzco las intervenciones  del Centro Delàs de Estudios por la Paz en las Juntas de Accionistas del BBVA y del Banco de Santander de marzo de 2013. Las de los años posteriores hasta las Juntas de Accionistas del 2017 se pueden consultar en la página del Centro www.centredelas.org/ca/  o www.centredelas.org/es/ . Se pueden leer tanto en catalán como en castellano. Si me he fijado en las intervenciones del 2013 es porque tratan un tema muy importante para nuestra economía, como es la deuda pública, que es el instrumento clave de dominación del sistema neoliberal sobre los Estados y la sociedad en su conjunto. Los documentos son de una claridad meridiana y que hoy tienen un especial significado. Repiten argumentos semejantes, pero la conclusión es muy clara. De las crisis, que sufren la mayoría de la sociedad, hay  culpables y que estos además son los grandes beneficiados. Yo los utilice en varias ocasiones en clase con mis alumnos con el objetivo de fomentar su espíritu crítico y su solidaridad con la sociedad, que deberían ser los objetivos fundamentales de todo sistema  educativo. Objetivos, cada vez menos valorados. Hoy los que predominan es la excelencia, el individualismo, la insolidaridad. En definitiva, el darwinismo social.  Pero, esto es otra cuestión.

 1ª) Junta de Accionistas del BBVA, Bilbao, 15 de marzo de 2013

Señoras y señores delegados, accionistas, Sr González,

Mi nombre es Albert Sales y me dirijo a ustedes en nombre de la Campaña BBVA sin armas, impulsada por el Observatorio de la Deuda en la Globalización, el Centre Delàs de Estudios para la Paz y SETEM y en nombre también de la Plataforma para la Auditoria Ciudadana de la Deuda.

Me da voz en esta junta la delegación de 384.053 acciones por parte de decenas de accionistas.

La paz no es tan solo la ausencia de conflictos bélicos. La paz se construye estableciendo las condiciones adecuadas para evitar que se genere la violencia. Estamos en un momento en el que la realidad social del Estado español es extremadamente tensa, debido a una recesión que hunde sus raíces en las disfunciones del sector financiero, y queremos expresar nuestra profunda preocupación por la actitud del BBVA frente a la crisis, que golpea la realidad cotidiana de muchas familias.

Este banco tiene su parte de responsabilidad en el endeudamiento del sector público español y, en consecuencia, tiene su parte de responsabilidad en los recortes de servicios tan esenciales para la cohesión social como la educación, la sanidad o los servicios sociales. Como bien saben, el Banco Central Europeo otorga crédito a bajo interés a las entidades financieras privadas, con el objetivo declarado de garantizar el flujo de crédito a la economía real, es decir, a empresas y familias. Es conocido, por ser un dato público, que el BBVA había recibido a finales del 2012 la cifra de 60.535 millones de euros. También es público que durante 2011 el BBVA ha dedicado 53.452 millones de euros a la compra de títulos de deuda pública. Nos gustaría saber qué beneficios se han obtenido de esta actividad especulativa y cómo revierten en la sociedad española en un momento tan complicado.

Así mismo, el BBVA, a través de Unnim, ha recibido entre aportaciones de capital, adquisiciones y esquemas de protección de activos y emisiones de deuda pública avaladas por el tesoro, ayudas públicas por valor de 7.366 millones de euros. Para conseguir estos recursos, el Estado español se vio obligado a endeudarse. El BBVA, al igual que el resto de bancos que recibieron ayudas, acabaron comprando esta deuda ¿Cuanta deuda pública està actualmente en poder del BBVA? ¿Cuál es el beneficio obtenido a costa de transformar el agujero de sus balances en deuda pública ilegítima?

Dadas las circunstancias, instamos al BBVA a que demuestre su compromiso con la cultura de paz y la cohesión social en el Estado español a través de una gestión ejemplar de la deuda pública, renunciando a los beneficios de la deuda ilegítima y apoyando un proceso de auditoria ciudadana de la misma.

Igual que la deuda pública erosiona la capacidad de reacción de la sociedad frente a las emergencias humanitarias que viven muchos ciudadanos y ciudadanas, las deudas hipotecarias de las familias se han convertido en un problema social de primer orden, que genera formas de violencia intolerables para una sociedad democrática y solidaria. Los desahucios causados por contratos hipotecarios, que el Tribunal Superior Europeo ya ha calificado de abusivos, están sembrando miseria y tensiones sociales. Hemos tenido que ver como ciudadanos y ciudadanas de este país caían en la más absoluta desesperación y se quitaban la vida por haber sido empujados al callejón sin salida de una ejecución hipotecaria. Durante la ocupación de una oficina de esta entidad el pasado febrero en Barcelona por parte de 200 ciudadanos y ciudadanas, se afirmó que el banco estaba abierto a la negociación con sus clientes y que, además, sus garantías superan a la del resto del sector. Ante esta afirmación planteamos una pregunta y un reto:

La pregunta: ¿qué perspectivas de actuación se plantea este banco ante los despropósitos de Unnim?

El reto: instamos al BBVA a apoyar la ILP por la dación en pago y a unirse a la sociedad civil en la demanda de una medida, que constituye la única salida posible para demasiados miles de familias españolas. Dado que la crisis ha demostrado eficazmente que empresas como esta, tienen una influencia en los gobiernos muy superior a las de la ciudadanía corriente, les ofrecemos una gran oportunidad de ser coherentes con los valores que expresan en sus códigos éticos y demás documentos de responsabilidad social empresarial.

La pobreza y la exclusión social son formas de violencia y propician que se gesten violencias cada vez más intensas. Desde los movimientos que trabajamos por la cultura de la paz y por la justicia social les pedimos compromiso real y acciones concretas.

Albert Sales

2ª) Junta de Accionistas del Banco Santander, Santander, 22 de marzo de 2013

Señoras y señores consejeros, accionistas, Sr Botín,

Mi nombre es Albert Sales y me dirijo a ustedes en nombre de la Campaña Banco Santander sin armas, impulsada por el Observatorio de la Deuda en la Globalización el Centre Delàs de Estudios para la Paz y SETEM y en nombre también de la Plataforma para la Auditoria Ciudadana de la Deuda.

Me da voz en esta junta la delegación de 78.084 acciones por parte de decenas de accionistas.

La realidad social del Estado español nos obliga a recordarles que paz no es tan solo la ausencia de guerras. La paz se construye creando las condiciones adecuadas para evitar la violencia. La recesión que vivimos, que hunde sus raíces en las disfunciones del sector financiero, golpea la realidad cotidiana de muchas familias que viven formas de violencia inaceptables por culpa del sector financiero y de unas políticas públicas a su servicio.

Este banco tiene su parte de responsabilidad en endeudamiento del sector público español y, en consecuencia, tiene su parte de responsabilidad en los recortes de servicios tan esenciales para la cohesión social como la educación, la sanidad o los servicios sociales. Como bien saben, el Banco Central Europeo otorga crédito a bajo interés a las entidades financieras privadas, con el objetivo declarado de garantizar el flujo de crédito a la economía real, es decir, a empresas y familias. Es conocido, por ser un dato público, que el Banco Santander había recibido hasta finales de 2012, 62.608 millones de euros. También puede comprobar cualquier ciudadano o ciudadana que lo desee, que este banco dedicó durante 2011, 41.807 millones de euros a la compra de títulos de deuda pública. Sin duda se trata de un negocio redondo y exento de riesgo por el cual esta entidad habrá obtenido y obtendrá interesantes beneficios.

La Plataforma por la Auditoría Ciudadana de la Deuda, también quiere denunciar que el BSCH, a través de Banesto, recibió ayudas públicas del Estado por 1.301 millones de euros del Fondo de Adquisición de Activos Financieros. Para conseguir estos recursos, el Estado Español se vio obligado a endeudarse, pero fueron los mismos bancos rescatados los que compraron esos títulos de deuda en los mercados financieros ¿Cuanta deuda pública está actualmente en poder del BSCH? ¿Cuál es el beneficio acumulado a costa transformar el agujero de sus balances en esa deuda  pública ilegítima?

Dadas las circunstancias, proponemos al BSCH que demuestre su compromiso con la cultura de paz y la cohesión social en el Estado español a través de una gestión ejemplar de la deuda pública, renunciando a los beneficios de la deuda ilegítima y apoyando un proceso de auditoría ciudadana de la misma. En este sentido, se hace especialmente importante que tomen en consideración la posibilidad de abandonar definitivamente cualquier inversión en la industria armamentística. El Estado español deberá satisfacer en los próximos años una deuda de 30.000 millones de euros contraída para financiar la adquisición de maquinaria bélica. Un auténtico despropósito si tenemos en cuenta la situación de la inversión social. A pesar de los beneficios que reporta, quizá deberían dejar de colaborar con una industria tan absurda.

Igual que la deuda pública erosiona la capacidad de reacción de la sociedad frente a las emergencias humanitarias que viven muchos ciudadanos y ciudadanas, las deudas hipotecarias de las familias se han convertido en un problema social de primer orden que genera formas de violencia intolerables para una sociedad democrática y solidaria. Los desahucios causados por contratos hipotecarios que el Tribunal Superior Europeo ya ha calificado de abusivos están sembrando miseria y tensiones sociales. Hemos tenido que ver como ciudadanos y ciudadanas de este país caían en la más absoluta desesperación y se quitaban la vida por haber sido empujados al callejón sin salida de una ejecución hipotecaria.

Instamos al BSCH a apoyar la ILP por la dación en pago y a unirse a la sociedad civil en la demanda de una medida que constituye la única salida posible para demasiados miles de familias españolas. Dado que la crisis ha demostrado eficazmente que empresas como esta tienen una influencia en los gobiernos muy superior a las de la ciudadanía corriente, les ofrecemos una gran oportunidad de ser coherentes con los valores que expresan en sus códigos éticos y demás documentos de responsabilidad social empresarial.

La pobreza y la exclusión social son formas de violencia y propician que se gesten violencias cada vez más intensas. Desde los movimientos que trabajamos por la cultura de la paz y por la justicia social les planteamos un reto: hagan realidad el discurso de la responsabilidad social que tan bien conocen.

Albert Sales i Campos

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