Los políticos y sus discursos

Javier Jiménez Olmos
Javier Jiménez Olmos, Doctor en “Paz y Seguridad Internacional” por la UNED.
Miembro del Seminario de Investigación para la Paz de Zaragoza.

Comenzaré diciendo que no voy a ser políticamente correcto, por lo cual, seguramente, no le vaya a gustar a algunas personas lo que a continuación paso a expresar.

Estoy cansado, harto diría yo, de determinados políticos, de la mayoría de los que aparecen habitualmente en los medios de comunicación. Estoy cansado de discursos monótonos, repetitivos y faltos de contenido. Estoy cansado de sus debates sobre anécdotas y de sus retóricas partidistas sectarias y excluyentes.

Me causan desasosiego y desencanto sus continuas apelaciones a los sentimientos patrióticos, nacionalistas, religiosos o morales. Me desconciertan cuando hablan de patria, familia y de valores, ¿de qué patria, familia y valores? ¡Concreten, por favor!

No me gustan esas constantes sonrisas blanqueadas para tratar de asuntos tan graves como los que a diario sufren millones de personas. Nadie sonríe eternamente cuando se tratan asuntos tan serios como la pobreza, la exclusión, el hambre o la guerra. Pero tampoco me gustan los que se escudan en la protesta continua sin aportar nada positivo.

Me asustan los jóvenes adoctrinados que se enrolan en determinados partidos desde su adolescencia y asciende a cargos de responsabilidad política sin haber hecho otra cosa en su vida que ser seguidores incondicionales acríticos de un partido político.

Buena parte del desencanto con esos políticos, a los que retrato, la tienen los medios de comunicación que han trasformado la política en puro espectáculo de consumo al modo de reality show. No tienen tiempo para el análisis profundo, sólo para el morbo y la primicia anecdótica irrelevante.

No quisiera que estas líneas parecieran sólo fruto de un “cabreo”, aunque hay gran parte de ello a la vista de lo que políticos y medios ofrecen a diario (las generalizaciones son siempre injustas, confío en que los lectores sepan distinguir a aquellos a los que me refiero, también espero no se sientan aludidos políticos y periodistas que ejercen su profesión de manera responsable. Por ello, me gustaría añadir algunas reflexiones a modo de interrogantes:

  • ¿No sería conveniente exigir a los políticos concreción en sus propuestas? ¿No convendría que sus propuestas fueran argumentadas, documentadas y justificadas?
  • ¿Habría que demandar a los medios de comunicación una información más objetiva, un análisis racional y una crítica constructiva de las propuestas y acciones políticas?
  • ¿Puede considerarse adecuado que a cargos de gran responsabilidad estatal, regional o local se acceda sin otra experiencia personal o profesional que la de haber pertenecido a un partido político? ¿No sería mejor que eso líderes tuvieran otras experiencias personales y profesionales entes de ejercer cargos de responsabilidad política?
  • ¿No tendríamos que dejar de fijarnos tanto en la estética y más en los contenidos de sus propuestas y en sus capacidades demostradas en otras actividades profesionales? ¿No sería más racional estudiar el contenido de sus discursos que en si los dicen de memoria o los leen?

Javier Jiménez Olmos

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: