Si algo es el Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA), es polémico, ya desde los tiempos de aquel concejal zaragozano Fernando Gimeno, que en su condición de tal se negaba a pagarlo postura que cambió radicalmente cuando Javier Lambán le nombro consejero de Hacienda del gobierno aragonés. Si los zaragozanos pagamos al Ayuntamiento para depurar las aguas que vertimos, ¿cómo es posible que la DGA quiera cobrarnos por lo ya depurado y pagado? Sabios que son, nos quieren hacer pagar dos veces por lo mismo.

Impuesto injusto, generó una potente campaña en contra de tal despropósito fundamentalmente dirigida por PODEMOS que cubrió de mesas la ciudad para recoger firmas en contra, y convocó manifestaciones en contra de un impuesto injusto. Los podemitas hicieron de la campaña contra el ICA una de sus señas de identidad. Todo perfecto.
Pero los tiempos cambian, y ya formando parte del cuatripartito aragonés la formación morada, la DGA se dispone a publicar en el BOA la apertura del plazo voluntario de dos meses para el pago del ICA para transcurrido el mismo, recurrir por la vía de apremio a quienes no hayan desembolsado el impuesto.
¿Dónde se ha quedado la rotunda oposición de PODEMOS a este desmán? En la petición de una moratoria que no tiene viabilidad alguna, pues ahí está el BOA. ¿Y para qué solicitan una moratoria que no se va a producir? Pues dicen que para “cambiar de modelo?
El peso del poder, de apoyar a un gobierno complejo donde tan mal casa la presencia de morados y paristas al alimón. La presencia de PODEMOS en un gobierno que mantiene el ICA y va a proceder a cobrarlo casa mal con la aparente “oposición total a un impuesto que dice ser asumida y compartida por Podemos”. Estos chicos aprenden pronto, y saben de las bondades de poner una vela a Dios y otra al Diablo. ¿No sería pertinente dar un golpe en la mesa del Consejo de Gobierno y exigir la anulación de tal impuesto? Más vale ponerse un día colorados que cien amarillos. No se trata de moratorias, sino de anular lo injusto. Y si para gobernar Lambán necesita los votos de Podemos, habrá que hacerlos valer. ¿O todo es gratis a cambio de unos cuantos sillones y otros tantos puestos de trabajo? Un poco de seriedad y coherencia, amigos podemitas.
Y si no, a la necesaria oposición, pues de nada vale tener unas miguitas de poder si no sirven para cambiar algunas cosas.