El populismo de bar. Sobre la gestión de la pandemia en España

El populismo de bar
Javier Jiménez Olmos
Javier Jiménez Olmos, Doctor en “Paz y Seguridad Internacional” por la UNED. Miembro del Seminario de Investigación para la Paz de Zaragoza.

Escribo estas líneas, con indignación serena, intentaré que también con respeto, pero no quiero callarme. He visto en diferentes medios de comunicación las fiestas que se organizan y consienten en algunas ciudades españolas, con muchísimos jóvenes, y algunos no tan jóvenes, sin respetar las más mínimas normas de distanciamiento e llevar mascarilla. Especial significado tienen las que se llevan a cabo en ciudades tan importantes como Madrid. Madrid, es la capital de España y todo lo que en ella sucede tiene enorme trascendencia nacional e internacional. Desde luego, no es una buena imagen la que se da con esas vulneraciones sistemáticas de las normas para acabar con la pandemia. Además de los propios infractores ¿hay otros u otras responsables?

Comienzo por el Gobierno de España, que ha dejado en manos de las Comunidades Autónomas la gestión de la pandemia. Creo que debería haber tomado las riendas con un mando unificado, con normas comunes para todos, tal y como han aconsejado desde las organizaciones sanitarias nacionales e internacionales. ¿Por qué no lo ha hecho? Porque está atrapado por una minoría parlamentaria que depende del voto de los nacionalistas y los nacionalistas “viven” de la reclamación continua de su derecho a decidir por sí solos. Todo lo que venga del Gobierno de España lo consideran sumisión. También porque son rehenes de los votos de sus socios de gobierno, quienes navegan entre dos aguas (a continuación, hablo de eso)

Los socios de Gobierno han jugado la carta de la ambigüedad en cuanto al nacionalismo se refiere, así lo han hecho en las últimas elecciones catalanas. Un partido que se dice de izquierdas, y que en sus filas hay militantes comunistas, se han inclinado por un respaldo al nacionalismo, de manera que se han separado de la ortodoxia teórica del socialismo que se opone a los nacionalismos burgueses. Si su apoyo al gobierno al que pertenecen hubiera sido más contundente a favor de un mando único con un Estado de Alarma más restrictivo, es posible que la pandemia no hubiera sido tan destructiva.

La oposición conservadora no ha colaborado para nada, su actitud ha sido totalmente reaccionaria a las decisiones del Gobierno. Especial mención merece su negativa a aprobar un Estado de Alarma más restrictivo con mayores poderes para el Gobierno de España. Si el Gobierno de España está atrapado por el apoyo de los nacionalistas periféricos, el partido conservador lo está por la ultraderecha reaccionaría con la que compite por parte de su electorado. La actitud conservadora durante esta crisis se ha parecido mucho más a la de los nacionalistas que a la de un partido de gobierno.

Mención especial merece la posición del Gobierno de la Comunidad de Madrid que se ha instalado en un “populismo de bar”. Su máxima dirigente realiza declaraciones que no se casan ni con la ética laica, ni mucho menos con la cristiana. El intentar salvar la hostelería es muy loable, todos queremos que se salve por los miles de trabajadores y empresarios que viven de ella. Pero, en la forma en la que esta señora se manifiesta, al menos como yo la percibo, parece que está faltando al respeto que merecen los miles de víctimas de esta pandemia. Está instalada en un “populismo de bar” que incita a la diversión sin respeto a las normas sanitarias. Aún recuerdo cuando el partido de esa dirigente pedía días de luto por los muertos. ¿Y ahora qué, fiesta para todos? ¿Ya no hay muertos? ¿Ya no hay personas hospitalizadas?

Hay muchas lecciones que aprender de la gestión de esta pandemia, pero creo que la primera es que determinados dirigentes no han demostrado suficiente preparación y voluntad por una u otras razones para afrontar la crisis con rotundidad democrática. Y también todos tenemos que aprender, entre los que me incluyo, por no ser más selectivos a la hora de elegir nuestros líderes políticos.

Ver: Cinco condiciones para liderar en situaciones límite:

Javier Jiménez Olmos

Publicado en mi blog Paz y Seguridad Internacional

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