Einstein y Cataluña (I)

por José Luis Alonso Gajón

«No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos». (Albert Einstein)

José Luis Alonso Gajón
José Luis Alonso, Ingeniero agrónomo, fue presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) del 2003 al 2008

Hoy son las elecciones en Cataluña. Mañana, una vez acabada la campaña, ¿qué pasaría si dejáramos de hacer afirmaciones tajantes sobre Cataluña o España? ¿Y si, además, empezásemos a pensar de forma distinta a como creamos el problema?

Carmen Magallón, directora de la Fundación Seminario de Investigación para la Paz iba también en esa línea cuando recogía, y daba forma positiva, a las inquietudes que habíamos manifestado varios de los asistentes a la Mesa Redonda “Cataluña, la convivencia es posible” celebrada en Zaragoza a principios de diciembre y organizada por de ÁGORA ARAGÓN con la colaboración del citado Seminario.

Planteaba Magallón la conveniencia de dejar de hablar de “ellos” y “nosotros” y, a cambio, planteásemos propuestas o caminos hacia esa convivencia juntos que muchos deseamos. Este artículo va a ir en esa línea: plantear algunas propuestas agrupadas en tres áreas: los estereotipos negativos, los argumentos y las propuestas y la motivación.

Antes de empezar debemos ser conscientes de que “el mundo como lo hemos creado es un proceso de nuestro pensamiento” y. “no puede ser cambiado sin cambiar nuestro pensamiento”, (de nuevo Albert Einstein).

HUIR DE LOS ESTEREOTIPOS NEGATIVOS

Entendemos por estereotipo una representación de la realidad, repetida continuamente en un grupo, que la simplifica y distorsiona. El grupo suele crear sus marcos de referencia a través de ellos y, como consecuencia, sus miembros lo utilizan dentro de sus sistemas cognitivos selectivos impidiéndole ver la complejidad de la realidad.

1- Acostumbrémonos a no hablar ni pensar en “ellos” y “nosotros” para no olvidarnos de las muchas cosas que nos unen a todas. Así no caeremos en las falsas soluciones como las del boicot, a los productos “catalanes” que, en muchísimas ocasiones, llevan materias primas o incluso elaboración no catalana.

2No designemos como un solo colectivo al que esta formado por partes, diferentes. “Los catalanes son …..” “El pueblo español no permitirá…” cambiémoslos por “Bastantes catalanes son …” “Una parte del pueblo español no catalán no permitiría …” ¿O es que, en ambos casos, hay un pensamiento totalmente homogéneo en absolutamente toda la población? Tampoco demos por hecho cual será la posición de esas partes ante una decisión futura, ya que el futuro no esta escrito.

3 El enemigo externo. “Ellos nos roban, son vagos , solo buscan el dinero, etc.” Este tipo de razonamientos, creando un “Otro (malo)” frente al “Nosotros (bueno)”, es básico para la creación de la identidad colectiva en todos los nacionalismos.

OJO CON LOS ARGUMENTOS QUE UTILICEMOS

4 Las diferentes variantes del determinismo histórico: “Siempre ha sido así”; “No hay solución”; “Cada 50 años hay que bombardear B.” etc. El pasado solo determinará el futuro si todas las partes repiten el mismo guion.

Mención especial merecen los reduccionismos de la historia . Asi por ejemplo es cierto, que ha habido muchas guerras civiles en Cataluña y en el resto de España. Así la mal denominada Guerra civil catalana (1462–1472) y la revuelta de los payeses de remensa (1462-1486), la Guerra de Sucesión Castellana (1475-1479), Guerra de las Comunidades de Castilla (1520-1522), 1570 Perez  La Guerra de los treinta años, el Corpus de Sang y la guerra dels Segadors (1640-1652)-La Guerrra de sucesión (1704-1714), La I Guerra Carlista 1833-1840, las insurrección de Barcelona de 1842 y la revolución de la Jamancia (hambre) 1843, la Segunda Guerra Carlista 1846-1849, la Tercera Guerra Carlista 1872-1876, Cantón de Cartagena 1873, la Semana Trágica 1909, La Revolución de Octubre 1934, La Guerra Civil Española 1936-1939. Siempre detrás de las guerras civiles hay lucha de clases contrapuestas, por ello no nos debe extrañar que en la mayoría de las Guerras Civiles acaecidas en Cataluña la intervención del Estado Central fuese a favor de la clase dominante. Pero no generalicemos ya que siempre fue así como en los casos de la Guerra civil catalana de 1462, en la Guerra de Sucesión o en las insurrecciones de 1842 y 43.

Otro ejemplo. El conocer que el día anterior  a la capitulación del “onze de setembre” de 1714 el ultimo bando de los Tres Comunes de Cataluña, que dirigía la resistencia numantina de Barcelona, llamaba a su población a «derramar gloriosamente su sangre y vida por su Rey (el pretendiente austriaco), por su honor, por la Patria y por la libertad de toda España” ¿ayuda a resolver el actual conflicto?

5 La judicialización o la coacción son capaces de resolver problemas sociales o identitarios. En una democracia avanzada no es posible mantener por la fuerza dentro del estado a una mayoría que quiere formar otro. La coacción permanente solo es posible en regímenes autoritarios que han perdido su legitimidad (y por ello tienen que acudir a la coacción) y, por ende, su legalidad de fondo (aunque sigan conservando la formal). “La paz no se puede mantener por la fuerza; solo se puede conseguirse por la comprensión” (Abert Einstein).

6 Confundir legalidad y legitimidad. Entendiendo por «Legalidad», el cumplimento de las formas en la aprobación de las leyes y conformidad a las mismas de los actos de quienes a ellas están sometidos. La «legitimidad» es un concepto paralelo al de legalidad y alude a los principios de justificación del Derecho (la “justicia” el “bien común”, etc.) que, al haber sido aceptados por todos, hacen que los gobernados no duden de su obligación de obedecer. (Luis Legaz Lacambra).

Porque será legal, pero ¿será también legitimo apelar al cumplimiento de la ley por aquellos (pocos) corruptos que la han vulnerado? ¿Y apelar a una Constitución cuando se ha podido emplear la democracia formal para incumplir su espíritu?

¿El fin justifica los medios hasta el punto de que se puede creara una nueva legalidad mas democrática saltándonos la actual legalidad y negando susd derechos a la minoría que se oponga?

7 Confundir la regla de la mayoría con la democracia. los acuerdos se toman por mayoría y de acuerdo a la legalidad) pero ¿se puede calificar de democracia avanzada con la corrupción existente, el incumplimiento de los programas electorales, la falta de debates y de consultas populares, etc.? ¿Y son expresión de la voluntad popular y buscan un orden económico y social justo, algunas leyes como la “ley mordaza o  la reforma del artículo 135 de la Constitución? Recordemos su literalidad: “Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública (…) su pago gozará de prioridad absoluta. Estos créditos no podrán ser objeto de enmienda o modificación …”.

CREAR UNA PROPUESTA DE FUTURO COLECTIVO ILUSIONANTE

Las políticas neoliberales nos han llevado a una sociedad individualista, consumista. Si le unimos la crisis del sistema, las personas se ven abocadas a la inseguridad y al miedo ante el futuro. Ambos son caldos de cultivo inmejorables para los autoritarismos y los nacionalismos y su creación de falsas identidades con el líder  o la nación. Es imprescindible llenar ese vacío.

8 La propuesta debe encuadrarse en la Declaración de los Derechos de la Humanidad y en el espíritu y objetivos de la Constitución Española recogidos en su Preámbulo y Título Primero. Recordemos que. el Preámbulo nos propone una “sociedad democrática avanzada” y un Estado de Derecho con leyes que serán “expresión de la voluntad popular” y “conforme a un orden económico y social justo”.

9 -La solución es, siempre, más Democracia, más Política y más Participación. Porque la verdadera democracia es mucho más que votar y aplicar la regla de las mayorías. La democracia es/debe ser un camino ascendente hacia una convivencia de personas comprometidas socialmente con los derechos de la humanidad.

10- El núcleo debe basarse en hacer realidad los derechos de las personas y, especialmente los de las minorías. Reasumamos las viejas consignas republicanas de Libertad, Igualdad y Fraternidad (solidaridad).

Admitamos que, incluso si la solución final fuera separarnos en dos estados, ello no puede suponer olvidar ni disminuir, los vínculos de todo tipo (familiares, sociales, culturales, económicos, etc.) que hemos creado a través de generaciones.

11 – Recuperemos entre todas el “seny” catalán y avancemos así hacia “la amabilidad, la belleza y la verdad», los ideales que iluminaron el camino de Einstein.

12.-Asumamos que no hay soluciones sencillas ni rápidas para problemas complejos y que habrá que compaginar medidas diversas y que, a veces, pueden chocar a corto plazo.

El sufrido lector que haya llegado hasta aquí probablemente pensara que me he deslizado hacia un mundo ideal poco relacionado con el “conflicto catalán”. Pero no es así, como veremos en la segunda parte de este artículo.

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