
En la manifestación convocada por la plataforma de Teruel Existe, bajo el lema «Salvemos Teruel», se evidenció la ausencia de políticos aragoneses que fue clamorosa. Salvo Nacho Escartín de PODEMOS, José Luís Soro de CHA y Susana Gaspar, más allá de cargos de segunda y tercera fila, nadie.
El domingo día 6 las calles de Zaragoza pusieron de relieve que Teruel Existe y está dispuesto, con el concurso de miles y miles de aragoneses a luchar por su futuro. A las 10 y cuarto, junto a la Plaza de la Misericordia y la sede del gobierno Autonómico ya se concentraban algunas personas con sus banderas y pancartas, “Ser pocos no resta derechos” gritaba en la que portaba un bravo anciano mientras que los organizadores se aprestaban a distribuir toda suerte de carteles, gorras y demás adminículos propios de este tipo de actos. Los bares de la zona estaban a rebosar y se acababan los churros, las ensaimadas y los cruasanes. Poco a poco iban llegando los turolenses que se habían desplazado en autobuses, coches particulares y un tren dispuesto al efecto. Y también miles de zaragozanos y la nutrida colonia turolense de la ciudad. Hasta llegaban gentes de Huesca. Mucha, mucha gente iba llegando cuando a las once en punto sonaban en Miravete y todas las iglesias de la provincia de Teruel las campanas de las Iglesias clamando contra la injusticia y por el futuro.
A esa hora comenzaba una manifestación encabezada por una pancarta que portaban 25 niños procedentes de los diferentes pueblos de la provincia hermana. ¡Vaya que si Teruel Existe!, cientos y cientos de niños clamando por lo suyo, por un futuro diferente. Y cientos y cientos de ancianos con los nombres de sus pueblos alzados sobre sus cabezas para mostrar el orgullo de unas gentes que no se resisten a morir, por más que hayan sufrido el olvido cuando no el desprecio de las autoridades varias. Y miles y miles de hombres y mujeres, aragoneses todos, gritando el dolor que produce la injusticia, pero sobre todo su voluntad de que, definitivamente, tornen las cosas y Teruel consiga hacer realidad sus reivindicaciones. Menos palabras y más hechos, “Lambán, escucha, Teruel está en la lucha”, “Rajoy, escucha, Teruel está en la lucha”, “Dónde está dónde está el presidente Lambán”. La ausencia de políticos aragoneses fue clamorosa. Salvo Nacho Escartín de PODEMOS, José Luís Soro de CHA y Susana Gaspar, más allá de cargos de segunda y tercera fila, nadie. Plácido domingo el de unos políticos que de hablar saben mucho, muy poco de hacer y todo de incoherencias. ¿Cómo es posible que acudieran, como ciudadanos articulares, a la fiesta de la reivindicación y el inicio de un futuro generoso e imprescindible? Ellos sabrán.
Mas que no se olviden. Los turolenses y sus hermanos aragoneses demandan la urgente puesta en marcha del tren Cantábrico-Mediterráneo y la eliminación de los trenes obsoletos (ese significativo Tamagochi arrastrado por esforzados ciudadanos…); demandan el desbloqueo de los hospitales de Teruel y Alcañiz ( ya 10 años esperando que se resuelvan los trámites); reclaman el desbloqueo de la A-68 para conectar el Bajo Aragón con Zaragoza y la Costa; reclaman una aplicación más justa de la Política Agraria Comunitaria (PAC); reclaman alternativas industriales a la minería del carbón y soluciones justas para la reconversión; reclaman la adopción de las medidas necesarias para evitar la despoblación y la muerte de los pueblos. Y tantas y tantas cosas…
El presidente Lambán ha cometido un gravísimo error con sus paisanos turolenses, pero también con todos los oscenses y zaragozanos. Más de 40.000 personas salieron a la calle y están dispuestas a volver a hacerlo. Y muchas más, que por diversas razones no pudieron acudir, lo hicieron con el corazón. El gobierno aragonés se ha cubierto de gloria. A pesar de ellos Teruel Existe, los turolenses y los aragoneses dan fe de ello y van a luchar para que de una vez y por todas se resuelvan sus problemas.
Luis Alegre y Juana de Grandes leyeron un comunicado redactado por el andorrano Eloy Fernández Clemente. El vate de Alloza, Joaquín Carbonell, cantó. Acaso se echó en falta aquel soniquete de la Bullonera, “los de Huesca y de Teruel, como los zaragozanos, en un grito sin cuartel han de estrecharse las manos ¡puestos en pie”. Y ya puestos, ahora que tan de moda están las banderas, acaso debería haberse colgado la de la provincia de Teruel en la Casa Consistorial zaragozana.
Teruel Existe. Está en lucha. Y con ellos todos los aragoneses, a pesar de una clase política ausente.
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