¡Hablemos! Por José Luis Alonso Gajón

Firmas de opinión

Opinion de_Jose Luis Alonso_N
Jose Luis Alonso Gajon, Ingeniero Agrónomo, Vicepresidente de ATTAC Aragón

Algunos criticaban las concentraciones del otro día porque, a su juicio, lo que hace falta es negociar, no hablar ni dialogar, porque estos dos conceptos no implican que haya acuerdo final.

Pero, se olvidan de que no se puede negociar sin hablar; “hablando se entiende la gente”, dice el dicho popular. Pero hablar, de verdad, no es solo hablar: requiere escuchar al otro con la mente abierta, sin prejuicios, ni temores a que nos convenza. Y esto ¡es muy difícil!

En estos momentos yo diría que imposible entre Rajoy y Puigdemont. Los dos se han ido encastillando en sus respectivos discursos y tienen miedo de que cualquier cesión sería interpretada como traición por una parte de sus seguidores.

Sin embargo, es necesario que hablen, se escuchen, negocien y lleguen a un acuerdo. Acuerdo que implica cesión desde la posición inicial y que, por tanto, a algunos no les gustara.

¿Cómo se puede conseguir que hablen y se escuchen? Con un mediador que facilite el dialogo en sus primeros pasos. No un notario que de fe de quien rompió las conversaciones sino una persona experta y con carisma que les haga cambiar su forma de ver el problema.

Que les haga ver que son representantes de toda la ciudadanía y no solo de sus seguidores, que la unidad más importante es la de la ciudadanía y que por tanto es necesario cerrar las brechas sociales, que no tiene ningún interés un territorio “unido” si su población está dividida.

Que las identidades colectivas como nación, patria, etc. cuando se consiguen a través del mito del enemigo externo son autodestructivas, porque acaban creando sociedades cerradas y autoritarias.

Que los políticos son servidores públicos y se deben al bien común, concepto difícil de precisar en la práctica, pero, en cambio, fácil de reconocer cuando no lo es.

Que la democracia es gobernar para todo el pueblo y no solo para la mayoría.

Que gobernar no es fácil ni agradecido, que hacer Política, con P mayúscula, no es seguir siempre la manipulada opinión pública y los sondeos electorales, sino que requiere abrir nuevos caminos y crear metas y mitos colectivos.

Que, como escribió Salvador Espriu:

“A veces es necesario y forzoso

que un hombre muera por un pueblo,

pero jamás ha de morir todo un pueblo

por un hombre solo:

recuerda siempre esto, Sepharad”.

¿Serán nuestros líderes capaces no de morir, pero si de sacrificar sus egos, para que no perezcan ninguno de los dos pueblos?

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.