

Giordano Bruno, fue un dominico italiano quemado en la hoguera por desafiar a la Iglesia en el año 1600, entre otras cosas por negar que la Tierra fuera el centro del Universo. Era un monje visionario que nos dejó escrito: “Cuando alguien se abrocha mal el primer botón de la camisa, todos continúan mal abrochados”. Esto viene a cuenta de que Javier Lambán hace un tiempo le dijo a Pedro Sánchez: “Tú no eres mi secretario general”, y otras lindeces como “rojo radical”. En mi opinión, parece que Lambán olvida a veces el ‘uniforme de ideas de izquierdas’ que todo buen socialista debe saber llevar, amén del respeto y fidelidad al que por aquel entonces era su jefe político y secretario general federal. Llegó la victoria de los conspiradores y antes de lo que esperaban cambiaron las cosas; Sánchez volvió a triunfar en unas primarias con el apoyo de miles de afiliados, ante el desafío que le plantearon y que siempre pensaron ganar, sobre todo la ambiciosa Susana Díaz y sus acólitos barones. Ahora los socialistas entendemos que es el momento del cambio, de la lucha contra la corrupción y regeneración que España necesita. El PSOE debe ser una organización política plural y diversa por los liderazgos de los distintos secretarios generales, con o sin tener la presidencia de sus respectivas comunidades, pero sin olvidar nunca la fuerza de los militantes y votantes que enriquecen y hacen más democrático el partido. Seamos con nuestro ideario un partido que lucha por nuevos y frescos aires, federalista, ecologista, feminista, con un amplio etcétera abierto a las propias tendencias sociales democráticas de izquierdas, pero sobre todo con un programa y Gobierno creíble, capaz de recuperar e impulsar aspectos tan importantes como la economía, sanidad, educación, dependencia, cultura; fomentar el empleo juvenil y de miles de personas con cierta edad que sufren paro y demasiada precariedad, apoyo al autónomo… Todo ello en nuestro amplio territorio nacional, con sus diversas características geográficas y socio culturales; los socialistas defendemos nuestra nación según la Constitución, recordando que ese vocablo tan manoseado últimamente, viene del latín “nätio”, que en español significa nacer. Claro que volviendo con Javier Lambán, en su deseo de defender a nuestro país frente al separatismo catalán, ha tenido a veces desafortunadas palabras dedicadas a Pedro Sánchez y a su Gobierno: recuerdo la de “pusilánime”, una entre otras por no mencionar más desvaríos. Debería tener cierto código ético y respeto con su jefe político, que además es el presidente de la nación y de todos los españoles. Creo que Lambán debe mirar bien todos los botones de su camisa y moderar su vocabulario. Hay un grave conflicto con Cataluña por solucionar.
Que yo sepa, la función del dirigente aragonés es la gestión política de su comunidad, que dicho sea de paso gobierna muy bien, pero en cuestiones nacionales, anda un poco despistado o tuvo un mal tono, aturdido por el continuo ruido y broncas que hacen a diario Pablo Casado y Albert Rivera, con el continuo disco rayado de pedir la aplicación del 155 más duro de nuestra Constitución. Debemos recordar que Rajoy tomó esa medida y el conflicto sigue latente. Todo un fuego cruzado contra el presidente Sánchez, al que recientemente se añade Santiago Abascal y su partido Vox. Ciudadanos por su parte, parece muchas veces el cansado eco del PP, hace tiempo que abandonó ese centro político del que presume, mientras el PP sufre de su inesperada pérdida de poder que tuvieron durante varios años; el tono y agresividad de Pablo Casado es propio de un novato que acaba de tomar su floja condición de líder y quiere conseguir portadas a diario y me temo que le ocurre aquello que dijo Bertrand Russell: “Para que repetir los errores antiguos habiendo tantos errores que cometer”. Es decir, se quiere apartar de la línea política de Rajoy, pero me temo que acumula una serie de fallos y falta de rigor, que no le darán nunca el estilo de gobernante que debería tener un presidente del PP. Dijo hace pocos días Casado que hay que “recuperar la normalidad, la centralidad y el sentido común”. Yo no paro de ver a diario gente normal con sentido común. ¿No serán ellos, los políticos que no dejan de atacarse unos a otros, muy cerca del odio visceral, los que deben recuperar esos conceptos para una mejor estabilidad y gobernanza del país?
Para terminar estas líneas, quiero centrarme en pedir al compañero y secretario socialista Javier Lambán, que medite sobre la integración que debe haber en el PSOE-Aragón. Y para ello me voy a permitir recordar de mis años mozos de estudiante, aquello de las “integrales”. Las recuerdo como una rama de las matemáticas con las que se estudiaba el cálculo para el proceso de integración. Dicho de otra forma más común, se define integrar como “hacer que una persona o cosa se incorpore a algo para formar parte de ello”. Se dice también que integrar es aunar o sumar, todo lo contrario a desintegrar o separar. Y eso es lo que Lambán hizo en el último congreso socialista aragonés, no supo integrar a esa minoría del 43% que votamos a Carmen Dueso, cuando ambos dos, fueron contrincantes para la secretaria general. Integrar, sería una buena forma de movilizar e ilusionar a muchos votantes que apuestan por el programa socialista, que ahora pudieran tener cierta desafección con nuestra dirección orgánica, la cual no acaba de entender el valor y empoderamiento de sus bases y militantes. Desde luego no tengo nombres propios en mi mente para las próximas elecciones, faltaría más, no me corresponde a mí en absoluto, pero sin señalar con el dedo a compañeros o compañeras, espero que aquellos que elaboren los posibles candidatos y candidatas, sean capaces de integrar a personas válidas de esa minoría que no supieron añadir en la ejecutiva regional. Y si hace unos pocos días el mismo Lambán recordaba unas palabras del socialdemócrata alemán Willy Brandt: “Los problemas de la democracia se resuelven con más democracia”, que se aplique la receta para solucionar esos problemas internos de democracia interna que tenemos en el PSOE-Aragón, y que no se han cerrado.
Nuestro presidente aragonés, Javier Lambán y todo su equipo, trabajan con excelencia por nuestra comunidad, con fuerza y nuevos impulsos económicos, sociales, en educación, sanidad, dependencia y muchos otros temas que desde 2015, requieren tiempo y trabajo para mejorar los problemas de Aragón. Puede ser de salida el favorito para volver a estar al frente de la DGA, aunque seguramente con los apoyos de otras formaciones políticas, pues parece que no volverán las mayorías para gobernar nuestra comunidad a partir de las próximas elecciones en 2019.
Ramón Anía Blecua, del Comité Provincial y del PES (Party of European Socialists)
Si el único problema es que de ese 43 ya se integró casi al 33% que os lo dieron prestado los de Huesca. Asumid que lo que teniais a lo sumo es un 10 o un 12% dicho lo cual se os ofreció integrarse con ese porcentaje y creo que es de justicia que os lo vuelvan a ofrecer si es para remar todo es bienvenido.