
El 1 de febrero nos dejaba, de improviso y en silencio, Pepe Butera, quien fuera un histórico militante de la UGT aragonesa en la cual llegó a ser secretario general de la CEOV, la federación de Comunicación, Espectáculos y Oficios Varios del sindicato ugetista.
Junto a su labor sindical de larga trayectoria, Pepe Butera estuvo vinculado a la Fundación Bernardo Aladrén de cuya Junta Directiva y Patronato formaba parte y a la cual dedicó su tiempo y su entusiasmo. Todos tenemos la imagen de Pepe Butera, siempre activo, siempre presente en todas nuestras actividades, siempre comprometido en la defensa de la memoria histórica y de la historia del movimiento obrero socialista. Ya jubilado, lector minucioso e investigador tenaz, dedicó su tiempo en dar a conocer y reivindicar la memoria de las principales figuras históricas del sindicalismo socialista aragonés. Fruto de sus investigaciones, fue la publicación de varios libros editados por nuestra Fundación: Las calles de Zaragoza, 1900-2000. Avatares políticos sufridos por los cambios políticos habidos (2006), Juan Beraza Cortés. Un sindicalista silenciado (2007) e Isidoro Achón: artículos y escritos (2010).
Además de lo dicho, a Pepe Butera se debe el importante descubrimiento de que Matías Pastor Sancho, el principal organizador de la UGT aragonesa en 1889 y fundador de la Agrupación Socialista de Zaragoza del PSOE en 1891, era de origen aragonés y no vasco, como se suponía hasta entonces. De este modo, Butera demostró que Matías Pastor, el llamado “Pablo Iglesias aragonés”, había nacido en la localidad turolense de Urrea de Gaén en 1866 y fue allí, donde, el 17 de diciembre de 2011, organizamos un acto conmemorativo que llenó de emoción a Pepe Butera.
Los últimos años, tras la muerte de su esposa Carmen, fueron tristes, pese al cariño de su hija María, y de su nieto Martín, al cual dedicó su último libro.
Con la muerte de Pepe Butera se nos ha ido todo un ejemplo de socialista y ugetista auténtico, sin dobleces ni renuncias, sin otra ambición que defender los valores éticos y sindicales de la justicia social que tan arraigados tenía. Valgan para Pepe las mismas palabras que El Socialista publicó en 1921 con motivo de la muerte de Matías Pastor: “era uno de los veteranos de la organización socialista zaragozana, y siempre cumplió sus deberes; mereció la confianza de sus compañeros para el desempeño de cargos importantes, en los que siempre cumplió a satisfacción de todos”.
Descanse en paz.
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