
REPÚBLICA
En la república de tu cama
una bandera de colores despeinados
nos envuelve en la piel del discurso,
llevamos el peso de una justicia
que a veces nos detiene.
Hay un manual para perder la conciencia,
una flor entreabierta
planes de futuro dibujados en el techo
olor a libros y sexo.
En la república de tu cama
se atienden mis reclamaciones
con la pausa que exige el protocolo,
tus manos se despiertan en cascada
se disparan las alarmas
arden lugares prohibidos
se aplazan mis revoluciones
mi suerte está echada.
En la república de tu cama
han caído todos los reinados;
volvieron las caricias perdidas
los besos exiliados,
solo quedo yo
el elegido por los vecinos de tu cuerpo
el militante de tu partido
el servidor público de tus sueños.
TRÁMITES DE SEPARACIÓN
He iniciado los trámites
para separar la mente del corazón.
Cuando se encuentran suelen hablar
sobre qué hacer conmigo,
uno dice que mida mis pasos
el otro que ame sin medida
Si discuten dejan de hablarse,
uno quiere entregarse completamente
el otro conservar lo que me queda.
Me preguntan quién tiene la razón
y con quién me iría a vivir,
mientras hago y deshago la maleta
de la custodia compartida.
DUERME
Duerme España, duerme.
Duerme tu siesta junto a la Armada Invencible, junto a Ramón y Cajal y su esposa que le limpiaba el microscopio y le preparaba café con leche.
Duerme España, cura tu cansancio de violadores, saqueadores y de himnos sin letra.
Descansa entre tus comunidades autónomas, tus provincias y tus santos municipios, bendecidos por la gloria del calor y de las playas.
Duerme España, con tu población envejecida, que viaja en autobuses hacia la costa para arrasar el buffet libre,
esa ilusión de ver todos esos platos de animales muertos, de verduras y frutas de colores.
Duerme España. Estás sujeta a Europa por una cordillera, como una cremallera atascada de montañas rotas.
Duerme querida, no despiertes ahora, nadie nos manda; volvemos a ser la tribu de antaño, volvemos a creer en lo de siempre, tenemos ese miedo a la oscuridad cuando nos apagan la luz y el dinero.
Duerme niña mía, todavía no han contratado a las hadas ni a las princesas.
Tu rostro no merece el beso de los traidores.
Es pronto para bañarte, no has hecho la digestión de todas tus guerras, de todos tus caudillos, de todos tus mártires.
Es pronto para que salgas por la noche a beber desesperadamente, porque aquí casi todo está prohibido, pero casi todo es posible.
No trabajes todavía, prepárate.
No te marches de casa, sólo tienes dos mil años.
No te culpes, ya tendrás tiempo.
Hazme compañía, no me pierdas, no me expulses, no me retires la palabra.
Duerme España, aún no ha amanecido,
todavía es de noche.
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