
La situación en el Ayuntamiento zaragozano comienza a ser insostenible, ante el inconcebible conciliábulo urdido por los partidos de la derecha, PP y Ciudadanos, y los que se reputan de izquierda, PSOE y Cha. Ahí tienen la fotografía de los 22 concejales de la fama, ya retratados para siempre, en la ciudad de la Justicia, mostrando su complicidad a la hora de boicotear por todos los medios posibles la gobernabilidad del quinto ayuntamiento de España, regido por la coalición ZeC (Zaragoza en Común), que gobierna en minoría merced al apoyo que en su día recibieron del PSOE y Cha. El equipo de gobierno tomó una serie de medidas relacionadas con las sociedades municipales de acuerdo con lo establecido en la Ley de Capitalidad. Disconformes con ello, los grupos municipales del Psoe, Cha, PP y Ciu auspiciaron una reprobación del alcalde Pedro Santisteve y aprobaron una serie de medidas para cerrar el grifo presupuestario de las diferentes sociedades y patronatos municipales. Cualquier gasto, incluso los más urgentes, tendrían que ser aprobados por el plenario municipal. Ante tal situación, el gobierno municipal ha acudido a los tribunales para que, cautelarmente, se levantara.
Los medios de comunicación, al hilo de los planteamientos generados por los intereses de las familias de siempre se han empeñado en calificar como “un golpe de mano” las medidas que, en aplicación de la Ley de Capitalidad, adoptó el equipo de gobierno municipal. Curiosa calificación cuando si alguien está perpetrando un golpe de mano es la inconcebible alianza de la derecha más rancia con socialistas y Cha. ¿Cómo es posible un pacto de estas gentes con quienes defienden los intereses de las grandes familias y grupos de presión? ¿Acaso no apoyaron con sus votos el nombramiento de Pedro Santisteve como alcalde de Zaragoza? ¿No sería más coherente, si tan disconformes están con ZeC que presentaran una moción de censura? La deriva del grupo municipal socialista es preocupante y está poniendo en peligro el voto socialista de muchos ciudadanos que cada día entienden menos el proceder de Carlos Pérez Anadón y sus compañeros de grupo.
De momento solo han conseguido parar el normal funcionamiento de una Institución que ve cómo las propuestas que llegan desde las Juntas de Distrito, muchas de ellas presentadas y aprobadas por populares y socialistas, no pueden materializarse ante el boicot declarado a los actuales regidores desde el pleno municipal. Bueno es que la oposición cumpla con la obligación de fiscalizar y aportar propuestas. Pero no se comprende que haga piña y desde supuestos planteamientos antagónicos entre sí ¿Qué propone el PSOE para Zaragoza capital? ¿El qué los del PP? O ¿acaso es que defienden la misma política? Se puede disentir, sí, pero cuando se solamente se vota a la contra y en consonancia con los antagonistas naturales, algo huele muy mal. Pobres ciudadanos de Zaragoza, en ultima instancia los exclusivos paganos de una oposición impresentable.
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