

¿Podrá desvincularse de la vieja política sometiéndose a los pactos estatales que pretende la vieja Izquierda Unida?
Esa vieja IU, por jóvenes que sean sus caras, tiene anclas bien trabadas en la vieja política local, comarcal y provincial. Ejemplo de anclas son las personas en empleos “de libre designación” en Ayuntamientos, en comarcas y Diputaciones, es decir funcionarios del partido que, además de parte de su salario, aportan tiempo de activismo partidario.
¡Eh! No hablo de corrupción sino de lastres, anclajes en la vieja política del “do ut des” dentro de instituciones en tantos años en oposición al PP, PAR, PSOE.
Esgrimen que hace falta un acuerdo estatal iU.P. para cubrir todo el territorio y aprovechar sinergias, donde la IU tiene red amplia. En realidad, si vamos localidad y comarca por comarca algo de “lo suyo” no sirve para la nueva manera de hacer política. No quiero contar casos porque tampoco hay conductas punibles, sino maneras viejas de una red clientelar, sin duda más limpias que las de los otros partidos, y empleos con subvención pública sin concurso abierto. Esas viejas redes provinciales, eso es lo que pienso que quieren salvar con un pacto estatal iU.P.
Y en Zaragoza en Común hay la posibilidad de soltar ese lastre. Con una lista (o listas) de equipo ganador propuesta por la Coordinadora sin atención a cuotas de partido o afiliación externa a la propia ZeC.
Al parecer hay gentes de IU que no lo considerarían democrático porque no votarían a quienes se presentaran individualmente, es decir niegan a la Asamblea ciudadana su capacidad de decisión, porque, a fin de cuentas, el procedimiento tiene que aprobarse en Asamblea ciudadana sin “brazos de madera” mediante. Si, pese a todo, imponen sus “brazos de madera”, ¿dónde queda el buen criterio de sus militantes?, ¿dónde su compromiso de apoyar el empoderamiento de la ciudadanía? Si creemos en democracia, creemos en la capacidad de cada persona para elegir y, para ello, claro, es preciso lanzar propuestas, pero no coaccionar unos votos y, menos aún, alimentar heridas entre las personas.
Desde mi punto de vista, ZeC necesita una candidatura para 2019 de gente capaz y, sobre todo, capacitada para hacer equipo. Coordinar esfuerzos sin otro protagonista que el equipo. Esa candidatura, obviamente, no sale de negociar puestos entre grupos partidarios externos a Zaragoza en Común, de donde sólo saldrían representantes de cada uno de los pequeños o grandes grupos políticos comprometidos a apoyar el municipalismo de ZeC.
Es de la vieja política seguir poniendo dinero público para salvajadas como las vaquillas de Andorra (y que me perdonen las gentes de Andorra: no es posible una convivencia entre humanos, si éstos se divierten con el sufrimiento de seres vivos), como lo es aceptar cargos de libre designación, por mucho que otros lo hagan, porque necesitamos una función pública saneada y eficiente, en la que hasta los más altos rangos sean de oposición y concurso públicos sin mediaciones partidarias, así garantizamos el mejor servicio a la ciudadanía. A eso vino la nueva manera de hacer política, a eso se sumaron miles de gentes; eso quieren, en mi opinión, quienes dieron sus votos a Zaragoza en Común y quienes se los dará, en 2019.
Y lo ordeno un poco: votos “dirigidos” en la asamblea ciudadana, acuerdos entre dirigentes de agrupaciones políticas (sí, eso que lleva a la famosa “sopa de letras” trufada de “personalidades independientes” o de siglas), empleos públicos “a dedo” , y con red … también clientelar. Si con eso quieren añadirse al nuevo movimiento municipalista… apaga y vámonos.
Rotundamente sí a lo que aportan tantas y tantos militantes con años o décadas de esfuerzos compartidos en la reivindicación social, en la creación de redes solidarias, en el empeño colectivo de hacer más habitables las ciudades y localidades de Zaragoza. Ellas y ellos sí que son buenos vinos viejos que mejoran los nuevos.
Pero si lo que buscan algunos jóvenes dinosaurios de IU-PCA es hegemonizar el movimiento municipalista, busquen mejores argumentos que pactos para estar en listas de salida (o de llegada), ocupar puestos de coordinadoras, situarse bien en el aparataje que el movimiento asambleario necesita; no se trata de cuántas horas de reuniones despliegan; trabajen como cualquier otra agrupación política para lo que son: ofrecer a las asambleas propuestas y proyectos, soluciones a problemas que genera el día a día … Es ese el ámbito en el que necesitamos a las agrupaciones políticas. Y con argumentos y debates faciliten que, en la asamblea, cada persona decida qué es lo que mejor conviene a todos.
En fin, que ya va siendo hora de que Zaragoza en Común ofrezca a la ciudad lo mejor de sí: un equipo de gobierno a la altura de las circunstancias –difíciles. Con poco escaparate para dirigentes políticos, y más de esa inteligencia colectiva que hay, (¡y mucha!) en sus grupos de trabajo y asambleas barriales. Conscientes todos de que hemos de cuidarnos en ese proceso de primarias o de selección de equipo, porque el cuidado ya forma parte de la médula del municipalismo, y no podemos arruinar el proyecto hiriéndonos unos a otros.
Un equipo que ponga ante los ojos la realidad plural de la sociedad, lleve adelante unos presupuestos feministas para mejor resolver los problemas cotidianos de toda la ciudadanía, empezando, claro está, por los de los más débiles. Que ofrezca a la ciudad ese trabajo colectivo de gentes muy capacitadas que contiene el movimiento municipalista de ZeC: el proyecto de ciudad inclusiva y abierta, con perspectivas de futuro, a ese tiempo que ya será de los nietos de nuestras hijas.
Si no entendí mal, Zaragoza en Común salió para, dejando atrás las sopas de siglas, empoderar a la ciudadanía en su asamblea y, por tanto, no caben “pactos estatales” que le condicionen. Claro que habrá que tejer redes entre los municipios de Zaragoza y de Aragón con aquellas gentes de cada lugar dispuestas a respetar sus asambleas, a respetar a sus conciudadanas, redes solidarias tejidas entre iguales.
Si IU no entiende esto, creo que o muere, o nos mata, o muere matándonos. Pero, insisto, el problema no son de ninguna manera las gentes de IU, el problema está en los lastres y anclajes en la vieja política; eso es lo que estorba, y mucho, al proyecto municipalista de Zaragoza en Común.
De lo que he escrito hasta aquí parece que “lo viejo” sólo esté en IU y PCA; casi seguro que no, porque las viejas maneras son las más fáciles de aprender por quienes han empezado recientemente y es fácil equivocarse entre aceptar un puesto de libre designación con perfiles y selección públicas, y cogerlo “porque se lo merece y punto” y sin que la asamblea lo sepa; o caer en trampas de esas en que se dice vótame esto que a ti no te importa mucho y te votaré eso otro, en las que no está muy claro si es negociación o chantaje y sólo puede resolverse acudiendo a la inteligencia colectiva de la asamblea o de sus grupos de trabajo. Y, también es cierto que IU se sumó al código ético, a las normas con que Podemos y los movimientos municipalistas pretenden marcar la raya entre “lo nuevo” y “lo viejo”. Aunque me falta algo: por más que busco en las páginas de la web, no encuentro informes sobre sus cuentas (ni en la IU de Aragón, ni en la del PCA). Existe el rumor de que tiene deudas con algunos bancos, pero en sus informes públicos no encuentro nada de nada (¿o no he sabido buscar?); de ser cierto ¿cómo les condiciona esa deuda? Y, sea como fuere, ¿por qué no publicar las cuentas?
Salgo de estos jardines haciendo una última pregunta para las primarias de Zaragoza en Común: Una lista con mayoría de mujeres (incluidas las del actual gobierno municipal, si se deciden seguir), y que, en vez de “en cremallera”, estuvieran todas ellas en los primeros puestos ¿sería una buena manera de ir soltando ese lastre?
NOTA: espero de la inteligencia y el humor de los aludidos con eso de “jóvenes dinosaurios” que no se sientan ofendidos o heridos por ello; me ha parecido que así podía expresar la sensación que en ocasiones me producen sus palabras, algo como las sinuosas maneras insinuadas de aquéllos enormes dinosaurios del PCE que llegué a conocer, y que puede que se hayan transmitido como marca de la casa madre.
Leave a Reply